05 noviembre 2007

IcthuHerman@ ¿Éres "río" o "estanque"?

“...HAY QUIENES RETIENEN MÁS DE LO JUSTO Y ACABAN EN LA MISERIA. EL ALMA GENEROSA SERÁ PROSPERADA...” (Proverbios 11: 24b - 25).
Una razón por la que el Mar Muerto es una gran atracción turística es porque tiene excesiva concentración de minerales en sus aguas, donde incluso quienes no saben nadar, ahí si pueden flotar. El único problema es el olor un tanto desagradable ya que, como no tiene ninguna salida, el agua nueva entrante se contamina con rapidez.
Salomón dijo: “Hay quienes retienen más de lo justo y acaban en la miseria. El alma generosa será prosperada...”
IcthuHerman@, El Señor no quiere que seamos “estanques” y que sólo recibamos...
...Jesucristo nos llamó a ser “ríos” para que fluyamos de bendiciones hacia otros; en especial a la niñez, adolescencia y juventud, así como a sus núcleos familiares.
Algo muy interesante sucede cuando dejas de fijarte en ti mismo y empiezas a preocuparte por las necesidades de otras personas.
Pablo dijo: “...Dios ama al dador alegre... a fin de que... abundéis para toda buena obra...” (2 Corintios 9: 7b, 8b): Si quieres crecer, debes “sembrar”.
Cuando la iglesia de Macedonia fue probada “...en las grandes tribulaciones... su gozo y su profunda pobreza abundaron en riquezas de su generosidad” (2 Corintios 8: 2 - 3). Esta gente comprendió que cuando inviertes en las vidas de los demás, Dios te promete que Él suplirá tus necesidades también.

Así que, si necesitas un trabajo o empleo, hazte voluntario en un comedor de beneficencia mientras lo estés buscando.
Si estás orando por prosperidad monetaria y material, colabora con otras personas no de lo que te sobra, sino con lo que quizá te hará falta, y luego pídele al Señor que prospere a quienes ayudaste ¿y yo? aprende a creer de corazón y alma en el “yo soy tercero”.
La Biblia dice que cuando eches “...tu pan sobre las aguas; después de muchos días lo hallarás”, además, “...no sabes qué mal ha de venir...” (Eclesiastés 11: 1 - 2b).
Incluso, aunque no tengas una necesidad específica, ahora mismo “planta una semilla de bondad en alguien de todas formas”... ¿Por qué? porque sólo Dios sabe lo que nos depara el destino; y un día, cuando más lo necesites, el fruto de aquella planta de bondad sembrada llegará a ti para bendecirte con una inesperada “cosecha”.
¡YO SOY TERCERO!

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