17 octubre 2007

"El Padre Nuestro"... (1/9)

“Señor, enséñanos a orar...” (Lucas 11:1b)
Un día, los discípulos de Jesús estaban mirándole y escuchándole mientras oraba...

Cuando terminó, le dijeron: “Señor, enséñanos a orar...” (Lucas 11:1b)...

Entonces, Él les enseñó lo que conocemos como el Padre Nuestro.
IcthuHerman@ ¿Te acuerdas de la última vez que lo oraste?
Si no lo recuerdas ¿cómo es posible ese descuido?
Quizás lo aprendiste en algún principio católico orando el rosario, pero no experimentastes su significado, ni mucho menos poder..
El Padre nuestro no es un ritual con falta de significado

al final del culto, cuando la gente empieza a ponerse en pié, buscando la salida hacia su casa..
Un evangélico "modernista" y creyente de "ciencia sicológica teológica" podría decir: “Bueno, pienso que necesitamos oraciones más contemporáneas, orientadas a personas más modernas”...

¿Has escuchado algunas de las cosas con las que han reemplazado el Padre Nuestro?

Jesús nos advierte en Mateo 6:7, acerca de las oraciones que no son más que “bla-bla-bla”;

y como dice ahora el anuncio de teléfonos móviles “re bla-bla-bla”.
Hay muchas formas de orar que la Biblia nos enseña

para obtener liberación, guía, perdón, unidad

y muchos más beneficios espirituales...
¡La verdadera comunión de un Icthus al orar debe cumplir ciertos requisitos mínimos! (a) apasionada, (b) bíblica, (c) íntima, (d) pausada y (e) llena de fe.

Tómate un momento y medita sobre cada uno de estos

5 puntos; ellos son la clave para que tus IcthuFlechas sean contestadas.
Los seres humanos tenemos la tendencia de perseverar sólo en aquello que nos produce recompensa terrenal visible constante y sonante...

de modo que cuando el hecho de orar no nos produce recompensas, dejamos de hacerlo.
Si es por esto que ya no oras más el Padre Nuestro,

no te sientas condenado, sino desafiado...

Es sabio volver a la única oración que Jesús mismo nos enseñó...

Después de todo, ¿quién sabe más acerca de orar que Él?
¡Jesús es el Hijo de Dios!... escencia misma del Padre...

¿Te imaginas a Jesús enseñándonos una oración que no conmoviera a Dios, su papito;

y que no se hiciera oír, y no nos trajera las respuestas que necesitamos?

"Dios, mi prójimo... y yo"

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